Esta joven bodega afincada en
Bullas tiene como reto elaborar vinos monovarietales de alto nivel, para ello,
cultiva cada variedad de uva en la zona de España donde mejor se adapta.
Pedro Olivares, prestigioso
enólogo de talla internacional y director técnico de la bodega, desplegó su
gran capacidad comunicativa sorprendiendo a los asistentes con una cata
didáctica, original y profundamente estudiada.
La puesta en escena ya auguraba
un evento diferente, nueve copas por persona, todas numeradas sobre una
plantilla, y a la derecha de ésta un plato con media docena de uvas monastrell
del 2009 descongeladas para la ocasión, con las que pudimos comprobar cual es
la aportación de cada una de sus partes (hollejo, pulpa y pepitas) al vino, y
lo importante que resulta el proceso de extracción.
A diferencia de otras ocasiones,
sólo se cataron vinos tintos, y estaban todos servidos desde el comienzo de la
cata, de esta manera los invitados pudieron comprobar la evolución en la copa
de cada uno de ellos, volviendo a probarlos en distintas ocasiones durante el
transcurso de la velada.
Se cataron vinos de distintas
añadas de las variedades Bobal, Monastrell, Syrah, y Merlot, en la mayoría de
los casos se probaron muestras de barrica o de depósito, ya que esta bodega
sólo tiene en el mercado dos referencias, aunque el proyecto contempla tener
unas veinticinco en distribución en los próximos tres años, entre tintos,
blancos, dulces, y espumosos.
Destacó Heredad Maybri Monastrell
2009 por su elegancia, sutileza y su largo final. E igualmente los vinos que se
están elaborando con la variedad Bobal, cultivada en Utiel (Valencia), que no
están todavía en el mercado pero prometen entrar con fuerza.